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Puse sobre la mesa arcilla, cristales tallados, perlas, piedras semipreciosas…y cerré los ojos. Cuando trataba de imaginar una joya del Renacimiento, el primer color que visualizaba era el rojo en todas sus variantes, por lo que debía ocupar el lugar central del diseño, y el resto de colores girar en torno a él, como un pequeño sistema solar. Confeccioné el colgante con piezas Swarovski enmarcadas en arcilla dorada, y para la cadena hice dos hilos de perlas con granates y piedras, tales como cuarzo rosa, amatista, cuarzo ahumado, facetadas y tupís dorados, para crear riqueza de materiales como refuerzo para el peso visual del colgante.
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1 comentario:
Me fascina este collar, con esa riqueza de materiales y color.
El engaste del elemento central, con ese mimo y detalle, me parece extraordinario.
Y el derroche de perlas y piedras preciosas con esa calidez de tonalidades es espectacular. En suma, un esplendoroso collar digno de una reina medieval
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